"El sol de la familia, de lejos brilla"

Esta frase no es mía, pero define a la perfección un sentir que desde siempre he tenido. 

La escuché en una película que vi en Netflix, titulada Viva México. De las más bizarras que he visto ultimamente, pero también con varios mensajes interesantes, entre ellos y para mi el más inspirador:  A veces, algunas personas necesitan poner distancia con su familia.

No haré un resumen de la película, quienes deseen pueden verla en la plataforma. Lo que si haré, es manifestar mi absoluto acuerdo con el enunciado y todo lo que implica.

Considerando que nos han enseñado por generaciones que la familia es el núcleo de la sociedad, lo más sagrado después de Dios (seguramente hasta los ateos se toparon con esta frase), no tengo dudas entonces, de lo fuerte y pesado que puede resultar para algunas personas saber que lejos de su familia, estarán mejor, que les irá mejor, así como tampoco tengo dudas, de que muchas veces es más fácil decirlo que hacerlo, que realmente puede ser una decisión compleja, y llevarla a la acción, aún más. 

Lo cumbre es que, también lo creo. Creo que la familia es un regalo maravilloso, saber que no estamos solos y tenemos a dónde llegar, con quién contar y sentir la calidez que brinda la familia, o que debería brindar, es verdaderamente una extraordinaria dicha en la tierra. No tiene precio y no se compara a nada. 

Pero, ¿Qué sucede cuando esa maravilla no es tan maravillosa y debes alejarte? O más triste aún, si es maravillosa, pero igual debes alejarte para poder levantar el vuelo, pues de lo contrario, no sería posible.

Dejaré a tu imaginación la cantidad de razones que pueden existir para alejarse de la familia. Si, ya sé,  no faltará el que me tilde de desalmada por pensar así, y de paso por compartirlo. Está bien, no pasa nada.

La cierto es que, hay quienes tienen que guardarse el sentimentalismo donde menos les estorbe y avanzar, dejando atrás a familiares queridos, pues sólo así alcanzarán su propósito de vida. 

¿Que qué tiene que ver el propósito de vida con esto? Todo. Tiene que ver todo.

Hay personas que no requieren una separación drastica de sus familiares, al contrario, estando juntos es como se desarrolla el potencial de cada uno y hacen cosas grandes, dejan huellas como equipo, pero no todos los casos son iguales, no todos los procesos son iguales.

Existe la segunda cara de una moneda, y resulta que hay quienes si o si, deben alejarse de sus familiares (como en el caso de la película) para poder romper con un sistema de vida dañino, con un estilo de vida mediocre, conformista, limitado, errado, esteril, y pudiera continuar con más adejativos calificativos, pero el punto es que algunas personas tendrán que dejar de hacer las cosas igual, pensar igual, acomodarse en lo conocido y aparentemente cómodo ¡porque es la familia y hay que permanecer siempre juntos!.

Esta es una afirmación delicada y funge como arma de doble filo. Es necesario evaluarla, cada caso es distinto. 

Pensar y actuar diferente al resto de tus familiares, no te convierte en mala persona, así como tampoco a ellos los convierte en malos. 

¿Has escuchado o leído que nadie es profeta en su tierra? 

¡Nadie lo es! 

Éste, es un refrán que tiene origen bíblico y se utiliza cuando las personas deben abandonar a su familia y hasta su tierra para alcanzar una buena reputación. Por lo general, ocurre cuando una persona dentro de su entorno, intenta destacar, ser y hacer cosas diferentes, o incluso, intenta aconsejar en función del bien común, y no es valorado.

Jesús es el ejemplo por excelencia de todos los tiempos. También Abraham, José, David, fueron personajes bíblicos que para alcanzar su cometido, o cumplir con su propósito, debieron alejarse. 

Lo interesante es que, no fue algo que sucedió en el pasado y ya, al contrario, es una situación vigente para muchos hoy por hoy, sin embargo, debes recordar que, mientras no cabes en un lugar, en otro se levantan y te dan el  asiento. 

"Tu eslabón perdido existe, sal y encuéntralo".