Ni si, ni no, sino todo lo contrario: Huye del abstracto!


¡HUYE DEL ABSTRACTO! 

¿Has escuchado el refrán popular: "ni lava, ni presta la batea"? 

Se refiere a alguien que ni hace, ni deja hacer y es una conducta propia de personas ambiguas, abstractas o "ni ni", como también suelen llamarles a quienes ni son fríos, ni son calientes, sino tibios, y eso si acaso. 

Son personas que teniendo todo para hablar claro y fijar posiciones claras, son incapaces de hacerlo, y en este punto dejaré abierta la posibilidad de que sea por despiste o un nivel de inseguridad inocente, pero con honestidad me centraré, para este escrito, en la conveniencia perversa del ambiguo. Sólo Dios y ellos conocen verdaderamente sus constantes maquinaciones. 

¡HUYE DEL AMBIGUO!

De esos que a menudo incluyen en su lenguaje frases como:   

- No eres tú, soy yo...

- Ni contigo, ni sin ti...

- Como quieras, quiero...

- Lo que tú digas, eso es, y luego rematan con un ¡Usted malinterpretó lo que dije!, frase común en sus bocas, pues según estas personas, todos a su alrededor, malinterpretan todo. 

- ¡Yo pensé que había hablado claro contigo! (otra de sus frases favoritas) 

Estas personas son conscientes de su lenguaje ambiguo, y precisamente allí radica su maligna fortaleza, en utilizar estratégicamente palabras que dejan "al tiempo la estocada a muerte" como dijo Arjona, palabras que no los comprometan, acciones confusas, que mantienen a sus "presas" en un arduo trabajo mental, ya que el abstracto, que es el mismo ambiguo, los lleva muy seguido a terrenos de la enfermiza duda. 

La palabra abstracto,a, se refiere a que resulta difícil entender por tener el carácter esquemático y poco concreto propio de lo que se obtiene por abstracción, mientras que la palabra ambiguo,a se refiere a comportamiento, expresión o palabra, que puede entenderse de diversas maneras, además, también se refiere a la persona que actúa con poca decisión, seguridad o firmeza. 

En el arte, lo abstracto es una maravilla elogiada durante años, pero resulta que en la vida real, toparse con una persona así, no es tan maravilloso, al contrario, puede llegar a ser una pesadilla, ya que te sentirás como en una constante película que se adelanta, se atrasa y tu ni cuenta te das, te confunde, te hace pensar en algo más de la cuenta para afirmarte tú mismo una y otra vez que si estás en lo cierto, y que no estás loco, o loca. 

El problema no está en ti, sino en el otro. Pero debes aprender a ver las señales y alejarte. En caso de no poder tomar distancia, porque se trate de un fuerte vínculo que los une, por lo menos tomar medidas para que las veces que sea necesario, le muestres en su propia cara, la "ambigüedad conveniente" que maneja. Aquí no estoy refiriéndome a amnésicos, ni tampoco a gente con doble personalidad, pero si con dobles y triples intenciones ocultas.


La perversidad de los juegos mentales



Hace un tiempo atrás, tuve un jefe que decía una cosa y luego la negaba, poniendo a dudar a todos los compañeros, incluso creando discordia entre el grupo, cuando me di cuenta de lo que hacía, comencé a grabarlo y luego lo confrontaba con los vídeos y audios, acto que por supuesto no le gustó, al principio se reía por fuera, pero por dentro no reía igual, su furia era evidente. 

A los ambiguos no les gusta que los contradigan; una persona confrontativa resulta para ellos una amenaza y un estorbo, peor que una piedra en el zapato, de la que buscan deshacerse ligerito, ligerito, por lo general, mal poniéndola y dejando en entredicho su palabra. 

En mi caso, me gané el despido pocos meses después, pero me quedó la gran satisfacción de mi paz y estabilidad mental, además, de hacerle ver que el del problema era él, y no yo. 

Tiempo después, conocí al personaje que me inspiró para hacer este escrito. No he conocido a nadie más que se le compare, y espero que no suceda, verdaderamente es otro nivel, tanto, que no lo vi venir fácilmente, (y ya tenía el gran ejemplo de mi ex jefe) sino hasta que lo vi con claridad. 

Una vez más, la voz de Dios me alertó y un buen día, después de un año de estar en contacto con esta persona, tomé la decisión de alejarme. Cabe destacar, que la historia no fue peor, gracias a que esa Voz siempre estuvo allí, y no siempre la ignoré. 

Alejarme, fue la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo, más bien tardé en hacerlo, era tan, pero tan especialista, que entre palabra y palabra me fue envolviendo, entre acciones de hoy si y mañana no, dejé que avanzara, y las veces que yo intentaba cortar por completo la comunicación, algo se ingeniaba y yo accedía, hasta que la inestabilidad mental y emocional que me estaba proporcionando, gritó muy fuerte dentro de mi. 

Cuando le dije que me alejaría porque deseaba cambiar varios hábitos, entre ellos la comunicación que teníamos, sugirió incluso pagarme un viaje para que me fuera a descansar, pues, seguramente estaba estresada o cargada. Pensaría que al volver se me pasaría aquella idea de alejarme.

Un "ni ni", hace este tipo de acciones; recuerda el principio: ni lava, ni presta la batea, pero te va a querer cerca a toda costa, se va a "rehusar a que salgas de su vida" como me lo dijo una vez, y con una propuesta tan atractiva de viaje con todo pago, algunos se deslumbran, otros no.  

Estar con una persona así te va a detener en tus proyectos, es posible que él o ella haga los suyos, pero a ti no te dejará avanzar. Ese vaivén de ideas contrarias, emociones y pare de contar, te va a robar energía, te va a desenfocar de lo verdaderamente importante para ti, pues estarás a merced del ambiguo y de sus cambios de parecer constante. Un día te quiere y al otro le importas un soberano pepino. 

¿Mereces eso? ¿Quieres vivir así? 

El ambiguo, es posible que en el fondo no tenga ni idea de lo que quiere, pero también es posible que sepa perfectamente lo que quiere y tú solo eres una pieza más en su tablero de juego. En ambos casos, ¿esa inestabilidad es la que quieres para tu vida?

YO definitivamente no. 

YO rechacé una propuesta de matrimonio de alguien que me encantaba por los cuatro costados, creía que era el hombre perfecto para mi, pero ese "estar y no estar, ser y no ser", sus "pegadas de lunas" semanales que ni yo como mujer hormonal lograba comprender, me hicieron ver que no era el acorde. Una persona que vaya al ritmo de mercurio retrogrado, no es lo que necesitas en tu vida, créeme. 

Aléjate sin pensarlo tanto, ya luego sabrás si su ambivalencia (estado de ánimo en el que coexisten dos emociones o sentimientos opuestos) se debía a que no sabe ni dónde está parado, o a que si lo sabía y sólo eras una pieza que utilizaba, como fue mi caso. De cualquier forma, no contribuyas con la perversidad y el morbo de los juego mentales del ambiguo, pues solo te otorgará agobio e inestabilidad. 

Inconstante en todos sus caminos

Antes, pensaba que el "doble ánimo" del que nos habla la biblia se refería a decir algo hoy, y al rato cambiar de idea, a no saber mantener la opinión o decisión firme ante algo, sino ser cambiante y maleable. Y si, si hace referencia a todo lo anterior, pero, y aquí viene mi interpretación anexa, también es de doble ánimo alguien que no procura coherencia entre lo que predica y lo que vive tras el pulpito, o bueno, tras bastidores. Y digo procura, porque es uno de los mayores retos que tenemos los seres humanos, ser coherentes en nuestro hablar y accionar, requiere esforzarse día a día, a cada instante con las decisiones que tomamos, y nadie escapa del doble ánimo.  

Si lo analizamos a profundidad, todos somos o hemos sido personas con algo, o mucho de doble ánimo. La diferencia, la gran diferencia está en que el abstracto, vive en un constante día a día de doble ánimo, ya es consiente de su realidad y no le interesa cambiarla, al contrario, lo vuelve una fortaleza en la que se apoya, creyendo que no va a caer de allí. Su trasfondo es turbio, lo sabe, y con total alevosía se limpia con otros el excremento de su zapato.   

Cuando tienen que cuidar su reputación son como gatos patas arriba defendiéndose, lo maravilloso es que al final, vana es su defensa, porque entre cielo y tierra todo se sabe.

La naturaleza del abstracto tiene raíces de mentira, inseguridad, incapacidad, falta de estima, irresponsabilidad, avaricia, frialdad, son calculadores y con sentimientos positivos casi anulados por ellos mismos, en conclusión una identidad pobre.   

Tú paz, estabilidad emocional y mental no son responsabilidad de nadie más que de ti. Huye por tu vida.  

¡Aléjate de la persona ambigua. Aléjate de la persona abstracta!


El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Santiago 1:8 

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