Viaja ligero corazón




Estaba haciéndole limpieza general a mi clóset, no precisamente por ser fin de año y comienzo de otro, sino porque realmente es un hábito que practico. 

Tengo una fuerte inclinación a sacar constantemente todo lo que ya no me sirve, o aún sirve, pero ya no para mí, porque hay más.

Cada miércoles y sábado pasa el camión de aseo por mi casa y siento un gozo inexplicable desde que abro los ojos, por el solo hecho de saber que ese día se irá la basura.

Mientras ordenaba la ropa, revisaba cada prenda detalladamente, y disfrutaba sacando lo que iba a regalar o vender, con la firme e inalterable convicción de que así mismo entrarán otras nuevas, modelos que no he usado antes, más lindos que los pasados, más acordes al gusto que manejo en el momento, en fin, es una tarea que me da placer, depurar y ordenar mi clóset. 

Estando en esta faena, llegó a mí, la divina frase generadora de este contenido: "viaja ligera" y me retumbaba muy fuerte la importancia de depurar algo más que el clóset. Quiero acotar que esta frase no es primera vez que me suena, pero si primera vez que la comparto.

En mi opinión, es sencilla pero profunda, así que deseo extenderla hasta ti. Solo será un cliché si lo hacemos en diciembre y enero. La meta es convertirlo en un estilo de vida.

 

Viaja ligero corazón   

Es mi interpretación personal de la frase y la impresión de depurar que tuve en ese momento.

Mientras escribía me veía haciendo una maleta. Notaba mis cambios en el tiempo; antes viajaba con gran equipaje, un par de zapatos para cada día, accesorios combinados con cada outfit, cremas y varios perfumes para día y noche.

Ya no es igual. Ahora puedo perfectamente viajar con un jean, un par de zapatos, un solo perfume, accesorios que me combinen con todo y andar acorde en cada ocasión. 

No fue de un día para otro este giro, pero sucedió, y pensaba: está bien el avance, pero no te descuides, y ten en cuenta que siempre podrás revisar la carga que llevas y soltar lo que no necesitas.  


Desde niña he admirado la ligereza con la que planean las aves en el cielo, vuelan tan alto como pueden según su diseño y capacidad. Pareciera que nada les perturba su andar, no necesitan equipaje para volar, más que a ellas mismas.

Creo que en nuestro diseño y capacidad también podemos planear tan alto como nos sea posible.

Si tu mente voló hacia el dinero, la fama y el reconocimiento, lo respeto, pero evidentemente no me refiero a eso, eso apenas es una consecuencia. 

Apunto más bien a la auto revisión constante en nuestras vidas que nos ayuda a soltar cargas que no debemos llevar, y de esta manera planear con total ligereza nuestro vuelo a la eternidad.

Apunto a que seamos capaces de reconocer la basura interna que llevamos (odio, rencores, envidias, soberbia, egoísmo, prepotencia, egocentrismo, mentiras y todos los males que se nos alojan en el corazón) y gozarnos porque llegó el día de echarla en un camión que para siempre se la llevará. Y si llegase a acumularse nuevamente, tenemos la esperanza de que volverá a ser miércoles y sábado.  

Apunto a que comprendamos que no somos recipientes de basura para quedarnos con la que otros nos lazan, ni siquiera con la que nosotros mismos producimos.

La frase “vuela ligera” me recuerda que debo mantener limpio el corazón, cerciorarme que sí esté oxigenando mis pensamientos, renovando mi mente y despojándome de toda carga innecesaria.

Cuando evalué esas cargas, me sorprendió darme cuenta que algunas ya las había soltado, pero en el camino me las volví a echar a cuestas. He aquí la importancia de hacer la introspección un estilo de vida y no un ritual inconsciente de la época decembrina.

 

Depura más que el clóset

Sentí una fuerte necesidad de limpiar y sincerar mi cuaderno de finanzas, mis redes sociales, contactos en el celular, replantearme prioridades, seguir dándole el nombre correcto a mis sentimientos, aunque a otros les espante, perdonar y volver a perdonar al que quise vomitar, evitar hacer o decir cosas que endulcen a otros y me amarguen a mí. Parece sencillo, y en el fondo lo es, pero nosotros solemos complicarlo, y son acciones del día a día.

 

¿Quieres hacer ligero tu viaje? 

Es posible.

En el libro de Mateo 8:19-20, vemos como Jesús era experto en este asunto, el hombre no viajaba ni con una almohadilla para el dolor de cuello:

"y acercándose un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas. 20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo, nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza”.

Estoy convencida de que más allá del equipaje físico, él no guardaba cargas en el corazón, hasta el último momento así lo demostró. Vivió en el perdón constante a todo lo que le hacía oposición y eso definitivamente aligeró su carga. A nada, ni a nadie se aferró, ni a su misma familia terrenal, pero si tenía absoluta dependencia de su Padre espiritual. 

Tal cual sucede con nosotros, en ocasiones nos tocará aprender que la mejor y mayor muestra de amor la daremos en la sana distancia.   

Que nada ni nadie detenga tu vuelo, y hazte un favor que tu espíritu agradecerá, suelta el bulto y deja volar ligero a tu corazón.

 

Mientras escribía, veía varias vidas siendo transformadas luego del sencillo acto de depurar. Éxitos.


Comentarios

  1. Disfrute al máximo cada línea, me sentí tan identificada.

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    1. Que bueno Maye, me contenta. Ya sabes qué hacer para viajar ligera.

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  2. Excelente...muy real...debeson viajar ligero

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  3. Así es,depurar , soltar, dejar ir, perdonar...el alma estará en paz y podrás viajar ligera

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    1. Es correcto, una tarea de todos los días. Gracias, bendiciones.

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