Lo que sangra, sana.


Esta historia no es mía, únicamente. No es una vieja historia, al contrario, es de hoy, de ayer y posiblemente de mañana. Esta vez, escribiremos dos. 

¿Les pasa que creen que están soñando, pero no lo están realmente? es algo así como medio dormidos, medio despiertos, o en el espíritu, no lo sé. 

Recientemente estaba en medio de tal escenario y mi petición (frecuente, por si acaso) era: por favor sana mi corazón, lo necesito limpio y fuerte, sana las heridas que están sangrando. 

Acto seguido, una frase retumbó en mi interior: "LO QUE SANGRA, SANA HIJA". Abrí mis ojos y algo acabó. Y algo inició. 

Mi primera reacción fue irme al buscador e investigar sobre la sangre, y en ese momento volvió la voz y me dijo: quédate, yo te explico. Cerré el buscador y me quedé, me quedé con él y fue hermoso.

Me decía: hija, si sangra es porque hay vida, nadie que esté muerto puede hacerlo. Si hay vida, estoy yo, y si estoy yo, hay esperanza.

Deja que sangre, deja que fluya, deja que corra, yo soy quien venda, yo soy bálsamo, yo restauro.

Quédate y conoceme. Quédate y escúchame ¿qué quieres que haga hija? ¿Crees que puedo curarte? 

Le respondí, sin pronunciar palabra alguna, con alegría inexplicable en ese momento: Si, absolutamente si lo creo. Sólo tu puedes hacerlo. 

No recurrí a nada más, me quedé con él y fue hermoso. 

Volvió a hablar: no evadas el dolor, y mira como te sano. Abre tu boca y háblale a la herida, lo que yo digo de ti. 

En ese momento abrió una ventana y me dejó ver por ella: 

Cuando algo le duele al hombre, ya sea físico o aflicción del espíritu, instintivamente busca calmar ese dolor. No quiere sentirlo. 

            ***Y yo pensaba, cierto, nadie quiere dolor en su vida, de ningún tipo. No conozco al primero que se levante por la mañana y pida recibir dolor, mucho dolor y finalice con un amén.*** 

Me callé y continuó: 

¿Sabes por qué?:

Porque el ser humano fue diseñado, en todas sus áreas y dimensiones para recibir bienestar, para que su cuerpo, alma y espíritu vivan en bienestar, así de sencillo, pero, la realidad es que tienen aflicciones y muchos dolores. 

Dicho esto, cerró la ventana, pero dejó claridad donde solo había oscuridad.

Su punto era recordarme que cuando sangramos por fuera hay que detener rápidamente el flujo de sangre, pero cuando el sangrado no lo vemos, sino que lo sentimos profundo en el ser, el trato es diferente, pues no hay curita o crema que pueda sanarlo, sólo él. 

Ese "háblale a la herida lo que yo digo de ti", fue clave para mi y sé que también lo será para ti. 

¿Si sabes lo que dice Dios de ti? 

Con eso tenemos todo. No hace falta más y el mendigo espiritual lo sabe muy bien porque esas palabras fueron las que lo sacaron del hoyo en el que se encontraba.

No huyas cuando algo te esté doliendo en tu interior, no cambies el pensamiento como si fuera una canción en la radio, no te distraigas y mantente enfocado, no en el dolor, sino en quién te lo quita y en qué dice él de ti, sólo así desarrollarás fortaleza interior como antes no has tenido, entonces algo crecerá, se expandirá, se hará cada vez más sano, más fuerte y mucho más capaz. 

Aprende a conocerlo cuando más débil te sientas. 

No me sustituyas con otras cosas o con otras personas, mejor quédate y conoceme en medio de la tormenta que afrontas. (Les avisé que escribimos dos)

Muchos se refugian en el alcohol, más drogas, sexo, personas, se mudan de lugar, se sumerjen en Netflix para olvidar esa dolorosa realidad, y pare de contar, pero quien se queda y presenta su herida sangrando ante Dios, tiene la garantía de que será consolado, abrazado, amado, vendado, sanado y restaurado verdaderamente, y no con pañitos de agua tibia que calmará momentáneamente su dolor, sino de forma definitiva y completa.

Algo no menos importante, ese que estalla en Su presencia, se evita estallar en las redes sociales, se ahorra el ridículo y dar lástima, evita ser víctima de  vulnerabilidad con alguien equivocado que después lo traiciona, no estará  en manos de quien no tiene ni idea de cómo aconsejarle bien, y no será sabio en su propia opinión, sino que temerá y antes buscará el consejo sabio y será guiado a toda verdad. 

No nades a placer en el charco de sangre, no te lamas las heridas, ni te acostumbres a vivir con ellas, el anhelo de mi corazón no ha variado: sanar al enfermo, levantar al caído, fortalecer al débil, dar vista al ciego, hacer que camine el paralítico, ser Padre del que acepta ser hijo. 

En él acaba la hemorragia que hoy padeces. Y algo comienza. 


Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. Sal. 147:3

Comentarios

  1. Reconfortante consejo para sanar heridas

    ResponderEliminar
  2. A veces, hasta la herida más pequeña suele doler, para el hombre es mucho dolor , pero para él es solo un raspón. Él tiene el remedio necesario para cada herida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo creo. Él sabe cuál remedio nos sienta bien a cada uno. Gracias por tu aporte 🙏❤

      Eliminar
  3. Que te puedo decir, ¡extraordinario!
    Jeannette S

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a Dios que con los ordinarios como yo hace cosas extraordinarias 👌😊 Gracias por leerlo ❤🙏

      Eliminar
  4. OMG,,,cada palabra es mi sentir, mi ❤️ sangrante por lo que mi alma está rota.
    Gracias x estás palabras

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a Dios que te llegaron estas palabras. En él tenemos esperanza de sanidad y restauración 👍confía en el con todo tu ❤ y se san@. Bendiciones.

      Eliminar
  5. Gracias por estas palabras dtb.

    ResponderEliminar
  6. Sencillo pero profundo. R.Garcia

    ResponderEliminar
  7. Excelente sangras por que hay vida !! Me encanto belleza

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, si hay sangra hay vida ❤ gracias por leer, comentar y compartir belleza 🤗

      Eliminar
  8. Para esa fecha me estaba desangrando; no era el momento entiendo ahora de leerte; todo tiene su tiempo. Hasta que Lei Viaja Ligero Corazon. Hasta ahora fueron 60 dias nadando en el desangramiento. Pero tenia que ser hoy que fuese este el que tenia que leer. Lamentable que fue la misma mano y le mismo cuchillo. Gracias gracias por escribir. Espero tus escritos sean la puerta para que otras puedan expresar su sentir y hablar sin temor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta historia no es mía, únicamente. No es una vieja historia, al contrario, es de hoy, de ayer y posiblemente de mañana. No en vano así comenzó este escrito. Gracias por leerlo. Bendiciones.🙌

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Tu eslabón perdido existe, sal y encuéntralo!

Te amo, pero no te lo digo

Aquí y ahora, para no volverme loca.

Él me mintió

Quédate conmigo